Puede que muchas personas sepan que uno de mis símbolos favoritos es la luna, pero muy pocos, podría decir nadie, sabe realmente por qué le tengo tanto aprecio...
Una vez yo tenía a alguien muy especial cerca de mi y de mis seres queridos, cuya persona significaba los más grande en este mundo. Siempre quería que todos estuviéramos unidos, sin peleas y que pasara lo que pasara nunca nos separáramos.
Esta persona la perdimos cuando yo tenía como 8 o 9 años. En ese entonces era una niña ingenua y muy imaginativa...
Me acuerdo que me enteré de que se había ido una mañana nada más levantarme, tras una una noche muy dura sola con mi hermana, ya que mis padres estaban en el hospital, solamente con el sonido de las lágrimas de mi madre que desprendía de sus ojos celestiales... En ese entonces para dar ánimos a mi madre le dije que él no se había ido del todo. Seguía allí arriba observándonos desde el cielo y protegiéndonos... Mi madre, agradecida, dijo que era verdad, él seguía allí, escondido entre las nubes y sentado en la luna dándonos su calor tras los rayos de esta estrella grande y hermosa ...
Hoy en día, gracias a acontecimientos que han sucedido entre mis seres queridos, mi madre, mi hermana y yo sabemos que cada vez que vemos la luna es el que nos está mirando y cuidando a todos,en especial a su amor, a su alma gemela, a su querida esposa, quién aún llora su pérdida. Pero el está ahí, cuando ella no se da cuenta, secándole las lágrimas gracias a una sonrisa que le sale de los labios tras recordar un bello y hermoso recuerdo del amor que tuvieron y sigue teniendo en su dulce y envejecido corazón.

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